miércoles, 20 de agosto de 2008

PRINCIPIOS DEL TAHIEN JITSU KANSEN RYU

TAHIEN JITSU: Movimientos Naturales del cuerpo
Por: José F. cuspinera Navarro
C.N. 8º
Dan Jiu Jitsu

El Tahien Jitsu, es uno de los principios fundamentales en que se sustenta el sistema cubano de defensa personal KANSEN RYU.

Este principio es heredado del SHORIN RYU y mucho más que su significado etimológico; Tahien Jitsu, constituye una filosofía asociada a la “comunicación no verbal”, orientada a descubrir las características de un agresor y sus verdaderas intenciones, para la adopción oportuna de la mejor y más adecuada táctica defensiva.

Tahien Jitsu, es un conjunto de técnicas visuales, que permiten conocer y evaluar a priori, mediante la observación de la postura y los gestos, el posible comportamiento del agresor, su actitud, su temperamento, su carácter, su auto confianza, su seguridad, su resistencia física y psicológica, su estado psíquico, sus emociones, sus motivaciones, su estado anímico, sus rasgos personales, sus reacciones, sus impulsos, su fortaleza y sus debilidades, (siempre que la acción no sea por sorpresa) y todo ello, interrelacionado entre sí, con la “respiración” es decir con la forma en que “respiramos”.

En la vida real, incluso en el combate deportivo, el agresor, no le avisa a su oponente previamente con qué técnica lo va a atacar. Esto sólo se realiza como concepción pedagógica, durante el desarrollo de habilidades en el tatami, de una forma orientada y dirigida, donde cada cual sabe a priori con qué técnica uno ataca y con cual se defiende...
Dicen los maestros expertos en artes marciales:
Con sólo observar a una persona de pie o caminando, se sabe si es un verdadero artista marcial, un aprendiz, o una persona común... por el andar y por la postura, junto a la mirada, la voz y la forma de respirar, podemos deducir con bastante aproximación, las características del agresor, sus intenciones y si estamos en presencia de un “maestro”
La ejecución interrelacionada de los “movimientos naturales del cuerpo” principalmente con la “postura”, dan paso al principio del “Fluido Continuo” y facilita la aplicación del “Renraku waza”, que constituyen encadenamientos lógicos de acción y reacción, de respuestas y ataques, con la selección adecuada de técnicas afines, durante el proceso en que se desarrollan las acciones combativas de dos o más personas.

Los siguientes comentarios, no constituyen “reglas fijas”, pero son detalles, que ayudarán a caracterizar las reacciones de un agresor potencial, la personalidad del oponente, sus posibles intenciones, de tal manera que podamos establecer a priori, la táctica defensiva más adecuada incluso a lo que denominamos “Anticipación” en el combate.
A través del Tahien Jitsu, (movimientos naturales del cuerpo), se puede hasta caracterizar, las cualidades de cada contendiente y cual tiene más probabilidad de vencer en un enfrentamiento, en un “momento determinado”
En la forma de permanecer de “pie” ó de caminar, observamos el nivel de auto estima y el nivel de seguridad física y mental del artista marcial, cuyo comportamiento, gestos y reacciones naturales, están fuertemente influenciadas por el entorno social, laboral, familiar, económico y psicológico que lo rodea.
Según la postura adquirida, la forma de mirar y de respirar, se deduce si estamos delante de una persona auto controlada, nerviosa, excitada, desequilibrada, insegura, desorientada e inestable mentalmente, etc
El artista marcial “moderno”, revela características distintas a las del artista marcial de hace varios siglos atrás.
En la época feudal, el artista marcial, admitía como filosofía de su entrenamiento, los enfrentamientos, los conflictos y la lucha a muerte, como parte de su estilo de vida, máxime cuando sus funciones estaban asociados a la protección del señor feudal, como Kolíe o como samurai.... es decir, su entrenamiento, conducta y reacciones, estaban fuertemente influenciadas o condicionadas por el entorno social, siendo imprescindible el dominio del principio del Tahien Jitsu entre otros.
En la actualidad, el artista marcial moderno, por lo general, orienta el estudio de las artes marciales, con otros propósitos, hacia una forma de vida, con un contenido filosófico asociado a su estilo de vida y su quehacer cotidiano y no como un “medio” para defender su vida y la del señor feudal, se sustituye el sufrimiento por el disfrute personal.
El Tahien Jitsu, como principio del Shorin ryu, con el transcurso del tiempo fue perdiendo actualidad, más por la falta de necesidad, que por el contenido filosófico que encierra y su importancia casi exclusiva fue motivo de estudio, para los deportistas de elite y de alto rendimiento orientados a integrar equipos de competición, a los cuales, se les prepara entre otros factores al dominio de la “anticipación”, que junto a la experiencia, el nivel técnico, preparación física, técnica y psicológica, permite determinar a priori, las intenciones del oponente y asumir una táctica defensiva antes de que el ataque ocurra.
Evidentemente, que los conflictos deportivos son regulados por un reglamento, inexistentes en la lucha real.
El dominio del principio del Tahien Jitsu, permite al artista marcial, tomar dos decisiones ante un agresor potencial:
a) Atacar, tomando la iniciativa
b) Una retirada oportuna

Pero el artista marcial, ¡ No espera ¡ a que estos conflictos ocurran, a asumir una postura pasiva ante el enfrentamiento, sino que provoca “el cambio” de acciones, es decir trasformando la defensa en un ataque, las acciones defensivas en acciones ofensivas, de una actitud pasiva, a una actitud activa, a tomar la iniciativa ante una posible agresión, a adelantarse, a anticiparse a los acontecimientos, etc, provocando la precipitación con la ventaja correspondiente.
Esta visión anticipada de los conflictos, antes de que ocurran, es una característica o intuición que desarrollan los “maestros” en artes marciales durante los años, a través de la experiencia, del estudio de las reacciones de los oponentes, de las actitudes y conductas sobre el tatami y no sólo les permite caracterizar el “conflicto” dentro del entorno específico, sino también tomar las medidas oportunas, a tiempo, para evitarlo, enfrentarlo o neutralizarlo, por otra parte, desarrolla como en especie de un “6º sentido” que le permite olfatear el peligro, detectas las intenciones de un agresor potencial, evaluar sus oportunidades y “dominar el medio, antes que el medio le domine a él”.
Realmente se consigue, con un adecuado auto control de la mente, el dominio de los movimientos naturales del cuerpo, que frecuentemente se mal interpreta en los entrenamientos, ya que el artista marcial, se concentra más en perfeccionar su técnica y sus movimientos corporales, desatendiendo el estudio de los movimientos corporales del contrario, que es precisamente el contenido del Tahien Jitsu.
En otras palabras:
Tahien Jitsu, no es sólo el estudio y dominio de los movimientos naturales de uno mismo, sino el estudio y dominio de los gestos y movimientos corporales del contrario
El principio del Tahien Jitsu, está integrado por el estudio de los gestos, de los movimientos de los miembros, de los desplazamientos y principalmente por la postura, interrelacionados entre sí, asociados al comportamiento de los órganos de los sentidos: la respiración, la vista y la forma de mover las manos....
En un enfrentamiento real entre dos artistas marciales, el tiempo de contacto es mínimo; en frecuentes ocasiones, “un golpe” decide el combate, por lo que el contacto puntual, es un factor a tener en cuenta: basta con observar los combates de Ken Do, de Karate, entre otros sistemas puntuales de combate.
El dominio del Tahien Jitsu, ayuda a desarrollar el “auto control”, la necesaria estabilidad psicológica, el “autodominio” a no desesperarse, a atacar o contraatacar sobre la real probabilidad de éxito, a transmitir mediante una correcta postura, tranquilidad, seguridad, control dominio de sí mismo y de la situación, a evitar gasto innecesario de energía y de fuerza, a utilizar la ventaja adecuada detectando los puntos vulnerables del contrario y las debilidades de su defensa.
Por ejemplo, un gato durante el proceso de caza del ratón, olfatea la víctima, automáticamente, se tiende en el suelo, asumiendo una postura de ataque, pone su cuerpo tenso y a su vez relajado, incluyendo la vista, se concentra en los movimientos naturales del otro “animal”; más por intuición que por estudio, sabe cuando atacar, por sorpresa o anticipándose a las reacciones defensivas de su víctima, decide cuando saltar sobre su presa, cuando y dónde morder.... hasta matar.
Un antiguo proverbio, dice:
Hasta el mejor nadador, cuando se impacienta o desespera .... se ahoga.
Por eso lo más desconcertante en un combate, es la “oportunidad perdida”... igualmente sucede en la vida... por estos aspectos comunes, el principio del tahien Jitsu, está íntimamente asociado a un mensaje y contenido filosófico
En un atraco, o en una agresión real, el atacante tiene una gran desventaja, la de desesperarse por acabar antes de tiempo, factor que puede ser “desastroso” para él y una ventaja para el agredido (defensor), ambos bajo la influencia negativa y positiva del entorno social que los rodea.
En un enfrentamiento, todo tiene su momento y su tiempo para realizarse o resolverse. En la naturaleza, los procesos cambiantes, suceden durante un lapso, lugar, circunstancias y momento determinado, sin abortar el proceso lógico del desarrollo de los fenómenos naturales, por muy simples que éstos sean.
Aunque en frecuentes ocasiones este proceso se aborta durante una agresión, el que se defiende, si es capaz de soportar los primeros minutos del ataque, asume la ventaja psicológica del enfrentamiento, del contraataque y posiblemente obtenga la victoria.
Tori, debe ser capaz de integrar los movimientos naturales del cuerpo junto a los sentidos, para percibir el momento del ataque del agresor, es como caminar por una calle oscura y solitaria, de una manera confiada, se supone que la persona, debe tener el más mínimo elemental cuidado y percepción del peligro, ante el cual existen dos formas de enfrentarlo:
a) Evitar andar por ella, seleccionando otra calle,
b) ó andar por ella, con precaución y alerta,
de tal manera de ser receptivo de cada movimiento, de los detalles y ruidos distintos al escenario por donde camina, además de otras medidas de precaución que debe aplicar en estos casos, para actuar en consecuencia, en otras palabras, anticiparse al ataque, prever el peligro, no dejarse sorprender, etc... en definitiva, hay diversas formas de enfrentar un mismo conflicto.
Cuando intentamos salir de un “laberinto” por ejemplo, seguramente algunos lo harán dando paso a tientas, tropezando con los obstáculos y las paredes, otros lo harán asumiendo una postura más conservadora y menos desesperada.
Dentro de las muchas maneras de andar por el laberinto, unas más eficaces que otras, lo que si es seguro, que las persona intentarán andar con pasos seguros, evitar el gasto innecesario de energía, equivocarse lo menos posible, tropezar las menos veces, evitar caerse, intentarán andar ayudado de las manos y los sentidos en la medida de lo posible.
Algunos, andarán pegado de la pared, guiados por el contacto con las manos a la pared, otros lo harán desplazándose lateralmente con la espalda a la pared, asumiendo una postura más segura y así diversas formas enfrentar la situación.
Conclusión, hay diversas maneras de enfrentar un “conflicto” hasta pudiéramos afirmar que varios artistas marciales con el mismo nivel de preparación técnica, física y psicológica, responden de distinta manera al mismo tipo de conflicto, utilizando inconscientemente diferentes maneras y tipos de reacciones.
De la postura y la forma de desplazarnos dentro del laberinto, se deduce, si la persona está nerviosa, insegura, desesperada, se siente desprotegida y dominada por el medio.
Si utilizamos las manos y nos aferramos con ellas a la pared, para guiarnos por dentro del laberinto, sencillamente, nos estamos desprotegiendo, con la espalda al exterior y las armas (manos) inutilizadas para la posible defensa contra un ataque, aunque con este método nos conduzca a la salida del laberinto “conflicto”
Sin embargo, también podemos utilizar otro método más seguro para obtener el mismo objetivo: salir del laberinto...
Nos podemos desplazar con la espalda en contacto con la pared, en postura intermedia realizando desplazamientos laterales, con las manos al frente (Ude furi undo), lo que nos proporciona mayor seguridad, estabilidad emocional, autocontrol, mayor protección al disponer de los brazos libremente ante un posible ataque o un simple tropiezo, la vista y los sentidos al exterior, que nos permita orientarnos dentro del entorno con independencia del nivel de oscuridad y ante cualquier evento externo.
En toda actividad “defensiva”, asumir una adecuada “postura” física y mental, es la parte más importante de la defensa personal... una postura incorrecta, desequilibrada, inestable, poco puede aportar a una eficaz defensa.
Una postura en la punta de los talones, otra postura con el peso del cuerpo sobre la puntera u otra postura con los pies totalmente planos sobre el suelo, revelan distintas características físicas, técnicas y emocionales. Si a ello sumamos un inadecuado desplazamiento, poco podemos aspirar a una adecuada defensa.
Una postura estable, constituye la base de las artes marciales, mientras que las técnicas y sus combinaciones, constituyen la superestructura.
Un artista marcial, con una correcta postura, tiene la mitad de la ventaja en el éxito de una pelea, incluso puede amedrentar al oponente ante que se produzca la agresión.
La “postura” revela el estado psíquico, las características anímicas del artista marcial, su actitud (positiva o negativa), su temperamento, su personalidad, su carácter, su fortaleza mental, su confianza, su auto control, su resistencia psicológica, sus rasgos personales, su estado anímico, fortaleza mental y sus “debilidades”.
Por eso muchos maestros plantean: Antes de enfrentarte a un oponente, mírale primero a sus pies, a sus ojos y luego a su postura...
Si nos enfrentamos a un oponente medio encorvado hacia delante, con los hombros ligeramente caídos, podemos inferir que estamos delante de una persona con inferioridad física y mental respecto a nosotros, con independencia del nivel técnico que posea, incluso nos permite potenciar nuestra estima, nuestra seguridad del éxito y nuestra seguridad.
Si a la postura, le asociamos, los movimientos naturales del cuerpo, los gestos que describimos, durante el desplazamiento, la forma de articular y la forma de respirar, estamos revelando reacciones asociadas a impulsos personales y mentales: estamos revelando nuestra fortaleza mental más que la preparación y nivel técnico.
Si nos enfrentamos a un oponente con la postura ligeramente inclinada hacia atrás, con el mayor peso sobre los talones, podemos inferir dentro de otras características, que estamos delante de una persona, discretamente tímida, emocionalmente inferior a nosotros, con cierto grado de temor e inseguridad, con cierta vulnerabilidad en su táctica defensiva.
Pero un agresor que adopte una postura natural erecta, inclinada al frente, con los hombros levantados, pecho saliente, barbilla y abdomen recogido, mirada fija y concentrada, respiración pausada y controlada, brazos semiabiertos con los puños cerrados a los lados del cuerpo, estamos en presencia de una persona segura de sí misma, decidida a todo, con sentido de superioridad, de dominio de la situación, de auto control, de auto confianza, etc.
Si a una postura de estas características, está acompañada del desplazamiento adecuado, se establece una interrelación y canal de comunicación, que infunde a simple vista: respeto al oponente.
Pero si una postura incorrecta, se asocia con un desplazamiento inadecuado, no interrelacionado entre sí con los movimientos naturales del cuerpo, con los gestos y formas de articular las manos, piernas, pie, hombros y cadera, con las forma de mirar y hablar, el canal es más directo y comunicativo revelando todas sus características y debilidades.
El modo de andar y de desplazarnos, es otra fuente de comunicación no verbal, fácilmente visibles para un artista marcial experto, permitiéndonos captar señales y características de personalidad y estabilidad emocional.
Dentro de las muchas maneras de desplazamiento existentes en las artes marciales y con independencia que los pasos sean largos o cortos, definimos dos familias principales:
a) SUGI ASHI
b) AYUMI ASHI


Y cuatro formas de trasladarnos:
a) Levantando el pie completo y poniéndolo de plano sobre el suelo (paso del elefante)
b) Levantando el pie completo y poniendo primero la punta del tacón (talón), planta del pie y finalmente la punta de los pies denominado (paso natural)
c) Levantando el pie completo y pisando el suelo, desde la bola del pie (puntera) hasta el tacón (paso del kata militar/ minas antipersonales).
d) Arrastrando el pie suavemente de plano sobre la superficie del suelo. (Kata)
Por lo tanto, obtenemos por simple regla matemática, ocho (8) formas o combinaciones de desplazamientos “rectores”, asociado a los movimientos naturales del cuerpo, los gestos y las articulaciones (no incluye la ejecución de las técnicas de artes marciales, solamente los movimientos naturales del cuerpo), que deben ejecutarse en correspondencia con el desplazamiento de los pies.
Partiendo de esta concepción pedagógica, lo primero que observamos a simple vista de una persona, es su postura, luego su desplazamiento y posteriormente el intercambio comunicativo.
Por lo que una “postura estable y equilibrada”, nos ofrece una sensación de seguridad, de control, fuerza y dominio mental, todo una base para la ejecución correcta de las técnicas.

Es fácil observar las posibles combinaciones rectoras, entre las posturas y los desplazamientos, cuya calidad de ejecución, determina en gran medida, la eficacia de la técnica aplicada, ya sea de manos o de piernas, incluyendo las proyecciones; por lo que el artista marcial, debe seleccionar la más adecuada, en el momento adecuado, para la técnica adecuada, en la defensa adecuada y a la persona adecuada.

RELACION DIALECTICA BASE/SUPER ESTRUCTURA

a. CONCENTRACION
b- RESPIRACION ENCADENAMIENTO
c. FLUIDO CONTINUO
d. RAPIDEZ
e. TACTICA DEFENSIVA
f. PROYECCCIONES
g. TECNICAS
h. MOVIMIENTOS DE BRAZOS
i. MOVIMIENTOS DE HOMBROS
J. (MOVIMIENTOS NATURALES DEL CUERPO)
k. GESTOS Y ARTICULACIONES
l. UTILIZACIÓN DE LOS SENTIDOS
m. POSTURA DESPLAZAMIENTO ESTATICO
n. POSTURA ESTABLE Y EQUILIBRADA

CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL ARTISTA MARCIAL A TREAVES DE LOS MOVIMIENTOS NATURALES DEL CUERPO Y LA COMUNICACIÓN NO VERBAL.

1. Postura defensiva, estable, equilibrada, relajada, piernas separadas al ancho de la cadera, pies paralelos, respiración suave y pausada, centro de gravedad, relativamente bajo, abdomen recogido, manos abiertas al frente, vista concentrada, revela entre otras características:
SEGURIDAD EN SI MISMO, DOMINIO Y AUTOCONTROL

2. Postura intermedia defensiva, estable, cómoda y relajada, respiración suave y pausada, abdomen y barbilla recogida, pecho saliente, vista fija al frente a la altura del oponente, cabeza y hombros al mismo nivel del contrario, sin fruncir el entrecejo, con los pies ligeramente separado a la altura de los hombros, revela entre otras características:
INSPIRACIÓN DE RESPETO, RECONOCIMIENTO MUTUO, AUTOCONTROL, DOMINIO DE SI MISMO, AUTO CONFIANZA.

3. Postura defensiva estable, equilibrada, intermedia, hombros desplegados, pecho saliente, abdomen recogido, rodillas en ángulo dirigidas hacia fuera, manos abiertas a la altura de la cintura, barbilla en alto, los pies paralelos de frente al oponente, nudo del cinturón correctamente apretado, las mangas dobladas, revela entre otras características:
BUENA DISPOSICIÓN PSICOLÓGICA, EQUILIBRIO MENTAL, CONFIANZA, DISPOSICIÓN AL INTERCAMBIO, ABIERTO A LA COLABORACIÓN, FRANQUEZA, INTERCAMBIO Y BENEFICIO MUTUO.

4. Postura estable, amplia, estructurada, con el centro de gravedad alto, barbilla levantada, hombros recogidos, manos abiertas a los lados o al frente del cuerpo, visión panorámica, piernas semi separadas al ancho de los hombros, describiendo un ángulo aproximado de 45 grados, cuerpo ligeramente inclinado al frente, respiración diafragmática suave, pausada, controlada y profunda, revela entre otras características:
ESTABILIDAD FÍSICA Y EMOCIONAL, AUTOCONFIANZA EN LA TÉCNICA, SEGURIDAD EN SI MISMO, COMUNICACIÓN FRANCA Y ABIERTA, INTERES POR EL CONOCIMIENTO, INTERCAMBIO, AMISTAD, RESPETO, ACEPTACIÓN A LO NUEVO, VOLUNTAD D E OFRECER Y APORTAR.

5. Postura estable, equilibrada, con ligeros y suaves balanceos, vista fija y centrada al frente , ojos entrecerrados, fruncido el entrecejo, respiración suave y pausada, barbilla recogida, brazos al frente con las manos semicerradas, piernas al ancho de la cadera, pies colocados de plano sobre el suelo, abdomen recogido, revela entre otras características:
AUTOCONTROL, AUTOCONFIANZA, DOMINIO DE SI MISMO, EQUILIBRIO MENTAL, DISPOSICIÓN AL COMBATE.

6. Postura alta, inestable, ligeramente inclinada hacia atrás, alrededor del 70 % del peso, apoyado sobre los talones, hombros levantados, barbilla levantada, hombros caídos, manos recogidas a los lados del cuerpo, vista variable, no concentrada, revela entre otros aspectos:
SENSACIÓN DE TEMOR, TIMIDEZ, DEBILIDAD DE CARÁCTER, FALTA DE VOLUNTAD, INSEGURIDAD, EMOCIONES VARIABLES, FACIL DE INTIMIDAR Y DE SER CONTROLADO.

7. Postura ligeramente inclinada al frente, hombros caídos, cabeza hundida entre los hombros e inclinada al frente, brazos ligeramente doblados sobre el cuerpo ó puños cerrados, respiración variable, centro de gravedad bajo, piernas ligeramente flexionadas al frente, pies en direcciones distintas, visión no centrada, cejas levantadas, ojos entrecerrados, estamos en presencia de un artista marcial, con:
SENSACIÓN DE INSEGURIDAD, DE TEMOR, INESTABILIDAD MENTAL, VARIABILIDAD EMOCIONAL, FÁCILMENTE IMPRESIONABLE, INCERTIDUMBRE, CONFUSIÓN, RECELO, DUDA DE SI MISMO, DESCONTROL TÉCNICO, DEBIENDO DEFINIR SU PROPIA PERSONALIDAD, FORJAR MÁS SU CARÁCTER, VENCER LA SENSACIÓN DE TEMOR Y DE MIEDO AL ENTORNO PARA LUEGO INTENTAR VENCER AL CONTRARIO.

8. Postura erecta, semirelajada, inestable, los pies pisando de plano en el suelo, respiración suave y pausada, barbilla y abdomen recogido, vista al frente, pecho saliente, cabeza a la altura de los hombros, ojos y cejas fruncidas, con la vista fija, mirada evasiva, mandíbulas apretadas, cuerpo contraído, puños apretados, revela entre otras sensaciones:
HOSTILIDAD, DEFENSIVA EMOCIONAL, PERO TAMBIEN RECHAZO NO RECEPTIVO, CIERTO TEMOR E INSEGURIDAD, ACEPTACIÓN DEL CONTRARIO.

9. Postura inestable, erecta, inclinada ligeramente al frente, pupilas dilatadas, ojos fijos y abiertos, sin pestañear, barbilla hacia delante, mandíbula apretada, manos cerradas a la altura o delante de la cintura, piernas y pies orientados hacia delante, balanceos ligeros e intranquilos, descontrolados, revela entre otras sensaciones:
PREDISPOSICIÓN PSICOLÓGICA, CIERTO TEMOR E INDECISIÓN, ACTITUD INSEGURA, VARIABILIDAD EMOCIONAL, POCO EQUILIBRIO MENTAL, AGRESIVIDAD INTERNA, CIERTA HOSTILIDAD, ACTITUD A EVITAR EL ENFRTENTAMIENTO.

Dominar los movimientos naturales del cuerpo, es la mitad del recorrido de las artes marciales. Intentarlo, vale la pena...

Trabajo científico protegido en el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual del Ministerio de Educación, Ciencia y Cultura de España.
Nº 6722/2004 Insc. 34399.3/04 RPI: M-6464/04 Fecha: 8/Sept./2004
Copyright: 6464/04 Asto. Rg. 6078/16/04 del 13/10/04

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